MÉTODO




Sobre el método

Las capacidades de reserva

La Sugestología es la ciencia de la sugestión. Se basa en la activación sistematizada de las capacidades de reserva -habilidades potenciales- del cerebro y mente para liberar a la persona de las frecuentes limitaciones impuestas por las diferentes normas sociales que pueden condicionar tanto su personalidad y conducta, como su capacidad de aprendizaje. Tiene su origen en la psicoterapia, en la que se utiliza la sugestión como elemento de curación. Pero, según su creador, el Dr. Georgi Lozanovla sugestión está presente en todas las áreas de la vida, siendo un factor constante -consciente o inconsciente- en la comunicación.

Percepción consciente e inconsciente

Según la teoría del Dr. Lozanov, todos los seres humanos estamos expuestos en todo momento a una compleja red de sugestiones. Pero aunque la mente se fije de forma consciente en el objeto seleccionado por la atención en un momento dado, no por ello deja de percibir periféricamente toda una serie de datos y circunstancias que rodean al objeto de su atención. Todas estas percepciones periféricas se absorben de forma inconsciente, pero no carecen por ello de valor sugestivo, sino que aportan una gran cantidad de nuevos datos que completan y enriquecen la información recibida a nivel consciente, de forma que pueden mejorar o deteriorar la sensación final de cada experiencia que vivimos.
Pongamos como ejemplo un bello árbol. Nuestra atención consciente ve que es frondoso, que sus ramas se extienden hacia el cielo, que el tronco es sólido, que hay pájaros en algunas ramas, etc. A la vez percibiremos de forma periférica, aunque no fijemos la atención en ello, si el día está gris o soleado, si hace frío o calor, si hace viento, si el lugar donde se encuentra el árbol es verde, rocoso o árido, si hay silencio o ruido, etc. El árbol nos parecerá más o menos hermoso en función de la armonía del conjunto.
Otro ejemplo sería una conversación entre dos personas. La atención consciente se fijará en las palabras que se entrecrucen en dicha conversación, pero inconscientemente se absorberán muchos otros datos que nada tienen que ver con la conversación en sí misma, como la postura de la otra persona, su manera de moverse, sus gestos, su acento, el tono de su voz, si está tranquila o nerviosa, si su actitud es acogedora o distante, los rasgos faciales, el color del pelo, la forma de vestirse, las manos, su capacidad de escucha, etc. Todos estos datos percibidos periféricamente completan la información consciente y, aparte de la veracidad o no de las propias palabras, harán que la conversación se convierta en fiable o no, en agradable o incómoda... no sabemos exactamente (conscientemente) por qué esa persona nos resulta agradable o, por el contrario, no nos gusta o no nos resulta fiable. De nuevo la armonía o desarmonía del conjunto habrán influido en nuestra opinión y respuesta finales.


Fundamentos psicopedagógicos

Basándose en las observaciones anteriores, a principios de los años 60 el Dr. Lozanov comienza a enfocar sus investigaciones hacia objetivos educacionales organizando los estímulos sugestivos periféricos de forma sistematizada con el fin de destapar las capacidades de reserva y orientarlas a potenciar el aprendizaje.
Desarrolla el proceso de enseñanza de manera que no vaya dirigido solamente a la atención consciente del alumno, sino también a la inconsciente. Las percepciones periféricas -el entorno, la luz, el ambiente amable y lúdico, la actitud del profesor, el empleo de los diferentes tonos de voz, el humor, la sorpresa, los juegos, las canciones, la música, el arte, etc.- son parte integrante de dicho proceso. El aprendizaje se torna agradable, no alienante, un disfrute. El sentido del tiempo desaparece. Hay armonía en todo el proceso. Así va a conseguir el destape de habilidades potenciales que raramente se estimulan en los procesos tradicionales de enseñanza, ya que éstos van dirigidos exclusivamente a la mente consciente. El resultado será la memorización a largo plazo de gran cantidad de materia en muy poco tiempo (hipermnesia), sin fatiga, sin aburrimiento, sin tensión, sin miedo, aumentando la motivación por aprender y fomentando la creatividad, es decir, incidiendo positivamente en la salud mental, emocional y física del alumno. Así nace la Sugestopedia.




Evolución del método


En sus primeros años la Sugestopedia está muy próxima a la psicoterapia sugestiva: se usa la música sólo en la sesión de concierto pasivo con el aula en penumbra y se dan algunas instrucciones para la relajación, pero se utilizan muy pocos elementos artísticos y lúdicos. En el aprendizaje de idiomas los resultados mostrarán al principio la memorización de gran cantidad de palabras sueltas, después frases o expresiones y, más tarde, diálogos cortos. Son las antiguas variantes clínicas, aún muy lógicas y analíticas, que siguen poniendo más énfasis en las partes que en la totalidad, pero que limitan la visión global de la estructura de la lengua.
A partir de 1971 con la Dra. Evelyna Gateva se comienza a experimentar durante varios años en la nueva variante artística, investigando las reacciones de los alumnos ante diferentes tipos de música y canciones e introduciendo juguetes, bailes, poesía, gran cantidad de juegos y materiales didácticos y otras muchas actividades que refuerzan positivamente las emociones. El libro de texto es ahora una historia completa en lugar de palabras aisladas o frases.
Los resultados de la variante artístico-global son muy superiores a los de las variantes clínicas en términos de capacidad de comunicación y de satisfacción, bienestar y motivación del alumno. A pesar de la gran cantidad de materia (de 3 a 5 veces más que en métodos convencionales) no sobreviene el cansancio porque se está ofreciendo una forma global y sistematizada de aprendizaje que es compatible con las leyes cerebrales, es decir, favorece que el cerebro realice simultáneamente sus funciones de análisis y síntesis, lo que provoca también la simultánea e indivisible participación de los procesos conscientes y paraconscientes. Se ofrece gran cantidad de información a múltiples niveles para que el cerebro la absorba libremente. Al tener una visión global y estructurada de la materia a aprender, el cerebro se calma. Sobreviene así de forma espontánea un estado de psicorrelajación concentrada, no siendo ya necesarios ni recomendables los ejercicios dirigidos de relajación.

La incorporación de los múltiples elementos artísticos, teniendo en cuenta que el arte es uno de los campos de mayor poder sugestivo, va a incluir los sentimientos en el proceso de aprendizaje, atrayendo la curiosidad, la atención y la participación lúdica del alumno, con lo que se favorece la memorización y el desbloqueo psicológico ante las viejas limitaciones.
La Sugestopedia ahora descondiciona -proceso de desugestión- de las viejas normas fijadas, pues no sólo favorece la implicación de una parte mayor del cerebro, sino también la de toda la personalidad, incluidas las emociones. Las sugestiones positivas irán sacando las negativas y cuanta más materia se ofrezca, más se aprenderá, cuanta más motivación e ilusión, más fácil resultará el aprendizaje. Es la nueva Sugestopedia artístico-global que se consolida definitivamente en el año 1978 y que ha seguido desarrollándose y perfeccionándose hasta llegar a la variante actual que su creador, el Dr. Lozanov, denomina Pedagogía Desugestiva.
La Sugestopedia es mucho más que un conjunto de técnicas. No es tanto qué se hace, sino cómo se hace, cuándo y con qué objetivo. En realidad puede resumirse en una sola palabra: comunicación. La Sugestopedia es excelente comunicación entre el profesor y el alumno. Pero es imprescindible la veracidad de esta comunicación, es decir, el profesor debe creer realmente en lo que hace y sentir un afecto real por ello, sin ser algo simulado, sin artificialidad. Todos los demás elementos armónicamente orquestados que el profesor bien entrenado utiliza en Sugestopedia van dirigidos a lograr esa excelente comunicación. Cuando el alumno percibe todo esto, empieza a destapar sus reservas mentales y aprende mucho más sintiéndose bien.